¿Quién no ha soñado con una piel diáfana como la de Nicole Kidman o Dita Von Teese? No importa si eres rubia, pelirroja, castaña o morena, porque una piel blanca se puede transformar en una tez de lo más apetecible y acentuar la mirada.
Aunque no podamos lucir una tez bronceada todo el año, no tenemos por qué abandonar nuestra tez de porcelana y ¡descuidarla! Si la preparas y maquillas inteligentemente, podrás lucir un aspecto fresco y luminoso. Luce buena cara, ¡hasta en invierno!
Pieles claras, pieles que hay que mimar
Las pieles muy claras tienden a ser más frágiles que el resto de tipo de pieles porque su barrera cutánea es muy fina y porque tienden a ser sensibles y secas. Las encarnaciones más pálidas hay que cuidarlas con tratamientos específicos para este tipo de pieles. "Es mejor utilizar productos hipoalergénicos, no muy agresivos y que no contengan demasiados activos para tomar las máximas precauciones" aconseja Laëtitia Donatone, especialista en maquillaje de Nivea. La buena noticia es que existen numerosas marcas que ya proponen gamas de productos especialmente estudiados para este tipo de pieles, a base de soluciones suaves sin alcohol y limitando la acumulación de productos químicos.
¿Cuál es el ritual de belleza adecuado? Por la mañana, hay que aplicar una crema hidratante y, por la noche, en ningún caso nos podemos olvidar de desmaquillarnos. Elimina el exceso de maquillaje con una leche desmaquillante.
No obstante, hay que prestar atención "cuando se tiene la piel clara y sensible, aunque también sirve para todo tipo de pieles, no hay que exfoliar en exceso la piel ya que podría agravar las pequeñas imperfecciones" añade la experta de Nivea. Por tanto, es mejor espaciar las exfoliaciones para no agredir la epidermis. Con el uso de un exfoliante, una vez cada 15 días en forma de gel y sin micro partículas para que sea más suave, retirarás todas las células muertas y estimularás la regeneración celular y la microcirculación, ¡para lucir una piel de infarto! Ya que la ventaja de las pieles claras es que, en general, no son grasas, así que generalmente ¡no conocen los puntos negros ni los granitos!
Las pieles claras, más frágiles que el resto, hay que protegerlas del sol tanto en invierno como en verano. ¿Cómo? Aplicando una protección solar antes que el maquillaje o con una crema de día con índice de protección solar. No obstante, hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea el factor de protección solar, más espesa será la crema, pero su efecto durará más tiempo. Cada una deberá decidir si prefiere un factor de protección solar más o menos fuerte. En cualquier caso, para que su eficacia sea óptima, hay que repetir la aplicación al menos una vez al día.
Pieles claras: los tonos que te favorecen
Para maquillar correctamente una piel clara se necesitan ciertos requisitos en materia de color para conseguir un resultado armonioso. Tal y como aconseja Laëtitia Donatone, para conseguir un maquillaje perfecto "hay que combinar el color de ojos y de cabello con el maquillaje".
Los tonos cálidos son ideales para los ojos. Hay que evitar por completo el azul, que apaga la tez y le aporta un tono amarillento. Utiliza mejor un tono cobrizo, beige cálido o un verde luminoso, sobre todo las pelirrojas. Como las pieles claras necesitan relieve, es mejor utilizar una máscara de pestañas negra para acentuar la mirada y nada de tonos marrones o ciruela. Si además te pintas un trazo de eye-liner, el resultado será retro y elegante.
En cuanto al colorete, elige un tono rosa muy ligero, rosa palo o un tono melocotón fresco para lucir una tez apetecible.
Los labios, como los ojos, se adaptan mejor a los tonos cálidos como el naranja coral, rojo Scarlette o un gloss satinado rosa o transparente.
Para terminar, es importante saber que las pieles claras pueden permitirse cualquier tipo de esmalte de uñas.
Ante todo y, tal y como nos recuerda Laëtitia Donatone, hay que saber que "las pieles claras no soportan errores en el maquillaje". Los errores son muy visibles y el resultado es artificial. Aunque el maquillaje sea muy trabajado, el resultado tiene que ser ultra-ligero para obtener un acabado « maquillado-sin maquillar » explica el experto:
- Se puede utilizar un corrector o una base correctora antes de aplicar el maquillaje, pero nunca ambas. El corrector no puede ser más oscuro que el tono de piel. Se puede elegir un anti-ojeras un tono por debajo del tono de piel, en stick o líquido, pero debes saber que el stick cubre mucho más. La base, compacta o líquida, de color verde, permite neutralizar las rojeces de pequeñas imperfecciones y corregir "ópticamente" la piel. Elige lo que mejor te venga y más práctico te resulte.
- A continuación, tienes que elegir una base de maquillaje con una textura muy ligera. El maquillaje tiene que ser prácticamente invisible para que la piel quede desnuda. Si se tienen manchas rojizas, un maquillaje transparente no las camufla, por tanto, hay que elegir una base de maquillaje muy líquida y aplicarla con ligeros toques, preferiblemente con una brocha redonda. Recalienta el producto en la palma de la mano y aplícalo después con todas las de la ley. Los polvos minerales hay que utilizarlos inteligentemente. Al contrario de lo que creemos, cubren mucho y pueden "ahogar".
- En cuanto al colorete, es mejor aplicarlo con los dedos ya que la brocha no nos permite controlar su aplicación completamente. Para tener buen aspecto, también puedes utilizar un iluminador algo más oscuro que el tono de tu piel y aplicarlo en la frente, la nariz, los pómulos y el mentón. No te pases con las cantidades; el resultado debe ser natural.
- Para terminar, nos quedan los labios. Aquí tenemos que respetar una regla muy sencilla: si nos maquillamos los ojos, los labios tienen que ser nude. Y a la inversa, según vemos en las pasarelas, "los labios pueden lucir un rojo vivo si no se da protagonismo a la mirada", subraya Laëtitia Donatone.
Aquellas que tengan la oportunidad, que se maquillen a la luz del día cerca de la ventana, por ejemplo, para evitar sorpresas al salir del cuarto de baño. ¡La luz artificial engaña!
